De lo más grande a lo más pequeño todo se rige por las
mismas normas.
Un agujero negro es una región finita del espacio con
tal fuerza y densidad en la concentración de su masa que es capaz de generar un
campo gravitatorio tan potente que ninguna partícula material, ni tan siquiera
la luz, puede escapar de el. Es tal la gravedad de los agujeros negros que son
capaces de producir una singularidad llamada horizonte de sucesos. El horizonte
de sucesos separa al agujero negro, y lo que hay atrapado en su interior, del
resto del universo. Los fotones, partículas incapaces de escapar y brillar
fuera de su prisión, si pueden ver todo lo que sucede más allá del agujero,
pero manteniéndose invisibles al resto del universo.
Ahora mira bien esta puerta. Por aquí voy a salir para
comenzar a vivir como persona, y no como mera espectadora de un horizonte de
sucesos; no volverás a verme. Yo soy la luz, y tú y todo lo que te rodea un
agujero negro, mamá.