viernes, 8 de febrero de 2019

MEJOR SIN GAFAS


  


Era un reunión importantísima a la que nos enfrentábamos, necesitábamos ganar la cuenta de aquellos clientes para nuestra empresa como fuera. La misión de convencerles que nosotros les traíamos la mejor opción para su dinero había recaído sobre mi compañero y sobre mí.
Desde que nos montamos en el coche la verborrea de él era imparable, que si como debíamos llevar el encuentro, que si la mejor forma de enfocar el tema era como él decía, que sí, que sí… A mí ya me estaba hartando que se dirigiera hacia mi persona más como si fuera su subordinada que como a una compañera, y sobretodo cuando aquella misma mañana me habían confirmado un ascenso que solo quedaba por hacer público. Pero yo soy más de guardar silencio para concentrarme cuando me enfrento a situaciones tensas como aquella. Me estaba poniendo nerviosa, aunque esperaría a cuando saliéramos de la reunión para hablar seriamente con él.
Estábamos a punto de entrar cunado me frenó en seco y dijo.
– Estás más guapa sin gafas, quítatelas.
‘¡Cómo!’, sonó dentro de mi cabeza. Ya no pude más.
– Tú también estás más guapo cuando me quito las gafas, pero me aguanto.
Y así fue la última vez que aquel sobradillo trabajo conmigo, y para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA HIJA DEL FARERO

He oído decir que la séptima hermana de una familia siempre es bruja, y empiezo a pensar que debe haber algo de cierto en esa afirma...