sábado, 7 de abril de 2018

LA TRANSMUTADORA



Andregoto no quería abrir la puerta de su casa a los familiares de la Santa Inquisición, sabía que con ellos no llegaba nada bueno. Alguno de sus vecinos de la judería logroñesa la había denunciado y podía imaginarse el delito. En aquel convulso año de 1610 los rumores en torno a ciertas personas, como el que existía sobre ella, no podían más que acarrear graves problemas.

Cuando Don Alonso de Salazar y Frías leyó las acusaciones contra Andregoto quiso que trajeran a la prisionera a su presencia. La mujer, de avanzada edad ya, había confesado tras ser sometida a la toca su delito; pero quien no confesaría con un paño metido hasta la garganta completamente embebido de agua. Si tal y como decían los escritos aquella señora, mediante la brujería, era capaz de tales prodigios como transformar los objetos en oro; ¿Por qué no desapareció de Logroño con la fortuna amasada?

La rea se presento ante él desaliñada, cabizbaja y agotada. Pero al levantar la mirada la principal prueba en su contra fue claramente visible. Cuando la luz se reflejo es sus corneas y estas brillaron como el oro el buen inquisidor sintió un estremecimiento… ¿Y si fuera verdad? Solo la ciencia puede empequeñecer la superstición, ya que el desarrollo de una es inversamente proporcional a la disminución de la otra, y en aquel momento a Don Alonso le hubiera encantado escuchar una explicación lógica a por qué dentro de los ojos de aquella mujer flotaba polvo de oro. Él nunca antes había visto cristales de colesterol flotando en los humores, nunca había oído hablar de la sinquisis centelleante.

2 comentarios:

  1. Otra palabra que conseguirás que recuerde más fácilmente gracias a tus historias...gracias!

    ResponderEliminar
  2. Jijijiji. Si tienes alguna sugerencia de alguna otra palabra que quieras recordar inspírame, no lo dudes ;-)

    ResponderEliminar

LA HIJA DEL FARERO

He oído decir que la séptima hermana de una familia siempre es bruja, y empiezo a pensar que debe haber algo de cierto en esa afirma...