No cumpliste tú palabra, con ninguna de ellas. Me dijiste
que me querías más que a nada en este mundo y que nunca me dejarías sola, pero
ya no estás. Que nunca te soltarías de mi mano, pero ahora sé que puedo
buscarte cuanto quiera que no te voy a encontrar. Me prometiste no dejar de
luchar por estar juntos, que no me libraría fácilmente de ti, pero has
desaparecido igual. Me aseguraste que nunca dejaría de verte y... eso si que lo
has respetado. Haga lo que haga siempre que cierro los ojos te veo, la imagen
residual de tu cara persiste en mi retina grabada a fuego por mas que hayan
pasado los días, las semanas, o los meses.
Cada año que pasa para mí no es más que un año menos para
volver a verte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario